Miren Etxezarreta

Doctora en economía y economista crítica

Miren Etxezarreta

Privatizando y privatizando…

Artículo publicado en el diario Público el 9 de marzo de 2022

En medio del terrible estruendo de una guerra y la algarabía de la vida política reciente, se corre el peligro de olvidar que la vida cotidiana continúa. Pero no es así y algunas decisiones políticas pueden tener graves consecuencias, aunque de momento venga bien a los políticos que pasen desapercibidas. El martes dia 22, en el Consejo de Ministros, se procedió a la segunda lectura y aprobación del Proyecto de Ley de Regulación para el impulso de los Planes de Pensiones de Empleo.  Al ser esta la segunda lectura se inicia el procedimiento para su aprobación en el Parlamento.

Supuestamente el objetivo de este Anteproyecto es el de ofrecer una nueva fórmula para que, además de las pensiones públicas, los trabajadores con una contribución complementaria puedan acceder a  planes de pensiones adicionales  fomentados por el Estado, en condiciones favorables especialmente para los asalariados de rentas bajas y también para los autónomos. Originariamente, se planteó incluir también a los funcionarios de las Administraciones Públicas más pequeñas pero esto último ha quedado para una etapa posterior. Aunque los planes de empresa ya existían, la diferencia que introduce este anteproyecto de ley es la implicación directa  de la Administración Pública y de la Seguridad Social en la promoción de los fondos de empresa.

La primera referencia obligada respecto a esta segunda lectura es la opacidad y poca información que la ha acompañado. Sin duda, existe la referencia del Consejo de Ministros y algunas notas de prensa pero al ser incluida en el fárrago de noticias de estos días su interés ha pasado casi desapercibido, a pesar de que muy probablemente tenga graves consecuencias para los 9 millones de pensionistas del país. Debe ser ‘casualidad’ que en este Ministerio coincidan la presentación de aspectos dudosos para las pensiones con temas que atraigan a la opinión pública en otra dirección.

Los fondos de empleo estarán constituidos por el conjunto de las aportaciones complementarias de la empresa y de los trabajadores (sobre las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social), pudiendo estos ampliar voluntariamente su aportación en función de la aportación empresarial. Un cuadro especifico establece los límites de estas aportaciones.

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Escrivá participa en una jornada sobre los nuevos fondos de pensiones de empleo.- Alberto Ortega / Europa Press

La idea de un Fondo Público de pensiones complementarias podría ser interesante y merecería la pena una atención detallada, a pesar de que plantearía por sí misma bastantes preguntas (aumentar las diferencias en la distribución de la renta de los pensionistas, por ejemplo). Pero la propia redacción del Anteproyecto conduce a dificultar el carácter preciso del mismo, pues hay que fijarse mucho para clarificar si los fondos proyectados tendrán un carácter público o privado. El anteproyecto se refiere específicamente a fondos de pensiones de empleo de promoción pública, pero es sólo la promoción la que tiene este carácter, pues inmediatamente se señala como primera medida de este sistema que será gestionado por el sector privado. «El Gobierno será el encargado de promover los fondos colectivos, aunque su gestión dependerá de gestoras de fondos. Estas se elegirán por concurso, de manera que se incentive la competencia y ofrezcan bajas comisiones para sus partícipes. Para ello, se abrirá un concurso. La licitación estará abierta para todas las gestoras, sin importar su nacionalidad.  Por el momento, ninguna ha expresado interés». ¿Qué significa realmente el potenciar los fondos de pensiones de promoción pública, pero gestionados por entidades privadas? Que las pensiones complementarias estarán en manos de los entes  privados (no se sabe de la existencia de fondos públicos con estos objetivos). Si esto es sancionado por la ley, ello supone entregar en bandeja a los entes financieros una parte muy importante del ahorro colectivo generado por los trabajadores españoles. ¿A cambio de qué?

¿Por qué ese interés en destacar a lo largo de todo el anteproyecto el carácter público de los fondos – ‘un nuevo marco jurídico que impulse los planes de pensiones de empleo y contemple la promoción pública de fondos de pensiones’- cuando realmente van a ir directamente a entes privados? El uso del adjetivo no parece inocente, ¿estará orientado a confundir a los posibles participes que no sospechan de la manipulación a la que son sometidos?

Con este texto normativo, se refuerzan planes de empresa de promoción pública abiertos y planes simplificados – que cuentan con un sistema menos complejo de promoción que el vigente. Entre los diversos estímulos de diferentes tipos que se conceden a estos planes, hay que destacar la importancia de las desgravaciones fiscales que se les asignan, argumentando que ello conduce a la ‘traslación de los beneficios fiscales a las rentas medias y bajas’. Y ello a  pesar de las recurrentes protestas de los pensionistas por las desgravaciones fiscales concedidas anteriormente a las pensiones privadas.

A los trabajadores asalariados se les concede la reducción de la base imponible a tipo marginal en el IRPF (a un 30% en el empleado medio) con unos límites que se establecen en función de la contribución empresarial. Continuando, además, el mantenimiento de la desgravación base, con la diferenciación de la fiscalidad entre planes individuales y colectivos, estableciendo un límite en la deducción de la base imponible de 1.500 euros y de 10.000 euros, respectivamente.

Los autónomos podrán desgravar hasta 5.750 euros anuales (el triple de la desgravación actual) en su base imponible en el IRPF, pero sobre todo, resulta que para las Empresas se reintroduce la no cotización de las contribuciones a la Seguridad Social en las aportaciones a estos planes, que estuvo vigente hasta 2013, limitada ahora a 115 euros mensuales/1.380 euros por empleado (lo que supone un ahorro de casi 400 euros por trabajador). Es decir, se premian las aportaciones a los fondos privados mejorando las bonificaciones para las empresas, a costa de disminuir los fondos que van a la Seguridad Social. Por ello no es sorprendente que las empresas sean muy favorables y tengan interés en promover este sistema, para lo que también les faculta el Anteproyecto.  Con estas generosas desgravaciones a las contribuciones a los fondos gestionados por entes privados, ¿cómo es posible argumentar que peligra la sostenibilidad de las pensiones públicas?

¿Cuáles son los argumentos económicos, sociales, políticos, que justifiquen la privatización del ahorro y de las pensiones impulsadas por condiciones especiales ajenas a la competencia normal del mercado? ¿Cuál es el objetivo último, real, de este estímulo a las pensiones ‘complementarias’ gestionadas privadamente?

Utilizar la legislación para privatizar se salta la normativa habitual sobre la competencia necesaria entre las instituciones de mercado y la igualdad de la ciudadanía ante la ley. ¿Es legal tal tratamiento al ahorro aduciendo el interés en que lleguen a las rentas más bajas? No sé si es legal o no, pero desde luego constituye un gran escándalo: un gobierno que se dice progresista, si no de izquierdas, plantea una ley que beneficia abiertamente a los entes financieros, aumenta la desigualdad entre los trabajadores y privatiza las pensiones públicas.

¿Nos obliga la UE a esta línea de actuación?  ya que ella insiste permanentemente en que España debe resolver ‘su problema de pensiones’ para poder acceder a las ayudas de la Unión. El gobierno espera tener aprobado este anteproyecto antes del 30 de junio de 2022 como parte del compromiso del ejecutivo con Bruselas para la recepción de los fondos europeos. ¿Es esta la aportación de la UE a la supuesta problemática de la viabilidad del sistema de pensiones en España?  Triste aportación del acervo comunitario.

¿Es posible que sea debido a que en España las pensiones privadas, individuales o colectivas son sensiblemente inferiores a las de otros países de la Unión? Ignorando  que con salarios más bajos, como tantos ahora, es difícil que los futuros pensionistas puedan ahorrar más para pensiones complementarias. El porcentaje de personas cubiertas por planes de empleo en España es de un 10,2% mientras que en Europa va en un rango amplio del 25 al 90 por ciento, pero en el País Vasco, pionero en este sistema, un 48% de los asalariados están cubiertos por las entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV), según los datos del Ministerio.

Asimismo, resulta que a lo largo de los años, el patrimonio gestionado en los fondos de pensiones de empleo ha perdido peso relativo respecto del total de fondos de pensiones -representaban un  50% del total de la previsión social complementaria al inicio de los años 90 y ahora sólo llegan a  un porcentaje ligeramente superior al 25%- , ¿se pretende aumentarlas para satisfacer a los entes financieros que las gestionan? Es de temer que este sea un elemento de gran importancia en este proyecto

Además, la aportación empresarial, ¿no tendrá incidencia en las negociaciones sobre los niveles salariales, pues pueden disminuir los aumentos de salario debido a las aportaciones empresariales a las pensiones de empresa ?

A veces, dicen también que es porque las pensiones públicas en España son demasiado altas, ¿se atreven a sostenerlo cuando la media de las mismas (y es sólo una media) supera justamente  los mil euros?

Los planes de empresa aumentarán la diferencia, la desigualdad, entre aquellos pensionistas que tengan pensiones privadas y los que no las tengan. Más todavía dado que las desgravaciones fiscales están vinculadas a las aportaciones empresariales. Aquellos trabajadores que no puedan ahorrar para mejorar su pensión ‘complementaria’  o pertenezcan a empresas que no las quieran establecer,  ¿quedarán a merced de ‘su peor suerte’, cuando no sometidos a la idea de que no disfrutan de mejores pensiones por no haber sido previsores?  ¿De qué dependerá la aportación empresarial a las pensiones de los trabajadores, ¿podrán ser usadas para incentivos individualizados?   ¿Qué sucederá con aquellos trabajadores que no quieran integrarse en las pensiones complementarias supuestas ‘voluntarias’? ¿No incurrirán en un estigma? ¿Hasta dónde se va a respetar su ‘libertad’?

Alternativamente, ¿por qué se consideran necesarias las pensiones complementarias? Es de temer que con una argumentación totalmente falsa y manipuladora se pretendan desarrollar las pensiones complementarias para que los pensionistas no perciban tan claramente el deterioro de las pensiones públicas. Estas pasarán a considerarse un mínimo de subsistencia y los trabajadores ‘mejores ahorradores’ tendrán las complementarias.  Si muchos trabajadores disponen de pensiones complementarias, ¿se dejará de considerar necesario aumentar las pensiones públicas?  Si se generaliza la idea de que se tiene que ahorrar complementaria e individualizadamente para mejorar el nivel de las pensiones, ¿qué sucederá con las reivindicaciones a las pensiones públicas? Es de temer que las pensiones complementarias dividan el movimiento reivindicativo de los pensionistas entre los que tengan pensiones complementarias y los que no. Quienes no pudieron ahorrar en su vida activa, seguirán siendo pobres en su jubilación al no poder recurrir a una pensión complementaria.

El anteproyecto habilita la creación de los fondos de pensiones de empleo de promoción pública en el marco de la negociación colectiva, y en el ámbito sectorial, implicando así fuertemente a los sindicatos. Habrá que preguntar a los dirigentes sindicales por las razones que les hacen firmar convenios con este proyecto. ¿Quieren, se atreven a ser cómplices en la privatización de las pensiones públicas? ¿Qué les hace aceptar los planes de empresa, por qué los favorecen, quien gana con ello?

Dado que los fondos van a ser gestionado privadamente, ¿qué capacidad de incidir en ellos tendrán los órganos de control? El anteproyecto refuerza la Comisión Promotora y de Seguimiento y la Comisión de Control Especial, pero una vez integrados los fondos en los flujos financieros, en manos de potentes agentes privados, ¿tienen los representantes de los trabajadores posibilidades reales de incidir en las decisiones que tomen los dirigentes de los entes financieros?

¿Por qué no mejorar las pensiones públicas, aumentando las cotizaciones si fuera necesario, en lugar de pedir que aumente el ahorro en pensiones mediante las pensiones privadas de empresa? Una de dos, o las públicas no son suficientes y habrá que mejorarlas, o si son suficientes, ¿porque son necesarias las complementarias?

Si el ahorro colectivo es tan conveniente, ¿no hubiera sido más adecuado establecer un sistema de ahorro voluntario verdaderamente público? ¿Cuáles son las ventajas de la gestión privada? Dicen que es para aproximarlo a las rentas más bajas o que se obtendrán unas comisiones menores, ¿no hubiera podido proporcionar las mismas ventajas o mejores un Fondo Público? Un ahorro público voluntario permitiría orientarlo hacia las principales necesidades sociales, ¿es más fácil que lo hagan los bancos, movidos por el ánimo de obtener beneficios, que una entidad pública? Parece que se han olvidado de las enormes quiebras que han tenido recientemente los entes financieros privados  y los muy cuantiosos fondos públicos que han sido necesarios para ayudarles y no se han retornado. ¿Quiere decir que en el Gobierno actual adoptan  el precepto neoliberal que todo lo privado es, por definición, mejor que lo público? ¿es que no se sienten capaces de gestionar los fondos colectivos?

Se pueden todavía añadir otras razones que muestran que este sistema hace aguas por todas partes, y sólo servirá para mejorar los negocios de los bancos y las instituciones financieras y perjudicar muy seriamente al interés en mejorar las pensiones públicas. Siguiendo así unas pautas que se remontan hasta el comienzo de los argumentos a favor de las pensiones privadas que se iniciaron en 1973 con Pinochet y siguen potenciándose desde entonces. Bajo la dura presión de la UE y los entes públicos internacionales el Gobierno español apuesta por dedicar los ahorros de los trabajadores españoles a un sistema mucho más arriesgado, caro y difícil de controlar que el sistema público. Muestran así el poder de los entes financieros, que son capaces de dominar a los gobiernos, las instituciones públicas internacionales  y a las fuerzas sindicales -aunque se llamen a sí mismos progresistas-, perjudicando directamente la existencia y la gestión de las instituciones, como la Seguridad Social, creadas para potenciar los intereses colectivos y el bienestar de los pensionistas.

 

«Esta crisis está desvelando que el mercado, cuando las cosas se complican, sirve de muy poco»

Entrevista en La Sexta

Miren Etxezarreta, catedrática emérita de Economía en la Universidad Autónoma de Barcelona, ha asegurado que la crisis por coronavirus está produciendo una transformación en la forma de ver la economía que le «agrada» a la vez que le sorprende. Así, la economista ha analizado el plan de choque impulsado por el Gobierno para hacer frente a las consecuencias sociales y económicas de la pandemia, catalogándolo como «un paquete bastante importante», aunque sugiere «algunas dudas».

Según la economista, «es un paquete que parece dirigido a paliar todos los problemas que se nos están generando en la economía con esta crisis del coronavirus».

Una de las medidas impulsadas por el Ejecutivo ha sido la moratoria en el pago de hipotecas a personas que hayan reducido sus ingresos o estén en situación de desempleo por el coronavirus, lo que hace sugerirse a la economista «por qué no se ha hecho algo respecto a los alquileres»: «En este momento la gente más modesta es la gente que vive en alquiler«, ha insistido.

Otro de los puntos analizados por la economista ha sido la inyección de 200.000 millones de euros: «Según ha dicho el presidente son 117.000 millones de dinero público. El resto es dinero privado», ha explicado Etxezarreta, que ha añadido que su duda es de dónde salen. «La UE tiene mucha costumbre de hacer cosas así, cree que ese dinero incentivará que haya después una dinámica privada. Eso es tener fé y en economía la fé no sé si vale de mucho», ha añadido.

Así, otras de las preocupaciones de Etxezarreta es la petición del Gobierno a los empresarios para no despedir a sus trabajadores: «Me parece que el infierno está lleno de buenas intenciones y pedirle a los empresarios que sean buenos y solidarios… me quedo con el poder que tiene una normativa pública».

Sobre la nacionalización de empresas estratégicas que ya se está llevando a cabo en países como Francia, Etxezarreta ha apuntado que «de momento no se ve esto en absoluto». «Desde luego en España hablar de nacionalizaciones todavía es hablar de algo muy peligroso entre comillas», ha explicado.

«Esta crisis está llevando a una transformación tan profunda de lo que está pasando… el giro que ha dado el pensamiento, por lo menos de algunos economistas en estos pocos meses, es curioso», ha añadido la economista, que ha asegurado que «se está descubriendo a través de esto que este famoso mercado que tantos dicen que es una maravilla tiene enormes contradicciones».

«Hay áreas en las que se privatizó la sanidad y ahora se está pagando el precio. No tenemos una sanidad al nivel que deberíamos tener a pesar del heroísmo del personal sanitario», ha insistido Etxezarreta, que ha asegurado que «es curioso e interesante ver que se está desvelando que el mercado cuando las cosas se complican sirve de muy poco»

«Esa transformación se está haciendo a una velocidad que me agrada, pero me sorprende. Los que decíamos esas cosas hace poco éramos poco menos que anatemas», ha zanjado.

«El sistema de pensiones es sostenible, el problema está en los planteamientos que se hacen sobre él»

Entrevista en La Sexta

Miren Etxezarreta, catedrática jubilada en Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha afirmado en Más Vale Tarde que «no es el sistema de pensiones el que no es sostenible, sino los planteamientos que se están haciendo sobre él». En este sentido, la economista ha criticado que «todo el tema está planteado deliberadamente de forma errónea, por lo que es muy difícil discutir».

«¿Quién ha dicho que dentro de 25 años van a hacer falta más personas para producir cuando realmente hoy nos sobran las personas? Tenemos tres millones de personas que quieren trabajar y no pueden», ha recordado, en referencia a los datos del paro, tras lo que ha señalado que «los grandes poderes económicos tienen intereses creados en torno a las pensiones que les lleva a conducirlo en una dirección».

Sin embargo, Etxezarreta ha dicho que «el tema de las pensiones no es solo del Estado español». «De hecho, el Gobierno español ni siquiera tiene mucha libertad para hacer lo que quiere con las pensiones. No sé qué quiere hacer, porque es de lo más confuso lo que plantea, pero dentro de eso vemos que es la UE la que dice que tiene que resolver el problema de pensiones en una dirección determinada, disminuyendo las pensiones públicas para que se hagan más pensiones privadas», ha lamentado.

En lo referente a las palabras de Escrivá, que declaró que los ‘baby boomers’ (nacidos entre 1958 y 1977) tendrán que elegir entre «un ajuste pequeño» en su pensión o «trabajar algo más», la catedrática en Economía ha afirmado que el ministro «dijo lo que de verdad pensaba, lo que pasa es que se le escapó».

«La pensiones en el futuro tendrán que ser o menos o habrá que trabajar más porque se hace un planteamiento deliberado en esa dirección», ha señalado al respecto, insistiendo en que se trata «de un plan deliberado», y defendiendo que «la crisis de las pensiones no es una crisis, porque hay capacidad de producción de la Economía«. «Siempre hablan del número de trabajadores, cuando trabajadores no nos faltan», ha apostillado.

Por último, la economista jubilada ha dado la que cree que es la solución para el problema de los impuestos: que se financien con los impuestos. «Hay muchísimos gastos en una Economía que se tienen que pagar. Todos los gastos colectivos se financian con impuestos, pero las pensiones no, cuando se trata de un gasto social. Al igual que la educación, sanidad, ejército o carreteas, las pensiones se tienen que financiar con la riqueza social que se maneja a través de impuestos«, ha defendido.

El nuevo Pacto de Toledo sigue acentuando las desigualdades sociales y poniendo en grave riesgo el sistema público de pensiones

Programa de Rojo y Negro en el que hablamos de pensiones y de cómo el nuevo Pacto de Toledo, firmado en el pasado mes de diciembre por todas las fuerzas políticas, sindicales y patronales, siguen acentuando las desigualdades sociales y poniendo en grave riesgo el sistema público de pensiones.

Para ello tenemos en plató a:

  • Desiderio Martín, Director de la Escuela Eladio Villanueva de la CGT
  • Antonio Seoane, de Juezas y Jueces para la Democracia

Por motivos de seguridad por videoconferencia con:

  • Leopoldo Pelayo, de la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones
  • Miren Etxezarreta, economista y activista social [a partir del minuto 29]

También una entrevista a Jorge Moas, que es jubilado y colaborador de la Escuela de Formación de la CGT «Eladio Villanueva»

Presenta: Rut Garrido

«La privatización de las pensiones viene acompañada de la exhibición de algunos ‘caramelos’ para que aceptemos cualquier cosa»

Entrevista de Canarias semanal publicada en Kaos en la Red el 16 de septiembre de 2021

Miren Etxezarreta denuncia la ‘trampa de las pensiones’ urdida entre gobierno y CCOO – UGT

ENTREVISTA: LA ECONOMISTA MIREN ETXEZARRETA DENUNCIA LA «TRAMPA DE LAS PENSIONES» URDIDA ENTRE GOBIERNO Y SINDICATOS

Para la conocida economista vasca Miren Etxezarreta,  doctorada en la London School of Economics, en el Reino Unido y en la Universidad Autónoma de Barcelona, fue entrevistada por el digital Baladre. De la referida entrevista, que versó fundamentalmente sobre los acuerdos firmados recientemente entre el Gobierno de Coalición, la Patronal y los sindicatos sobre las pensiones, hemos extraído los párrafos que pudieran resultar de mayor  interés para nuestros lectores.

En opinión de Miren Etxezarreta, el Acuerdo  suscrito el pasado 1 de julio, «es simplemente una vuelta de tuerca en el proceso de privatización de las pensiones, que fue iniciado hace ya mucho tiempo».

Se trata, según Etxezarreta,  de un acuerdo más entre los que ya concertados a lo largo los últimos años e, incluso, décadas.

Lo que ha ocurrido realmente en esta ocasión es que  con el llamado Gobierno más «progresista de la historia» no fueron pocos los que alimentaron algunas expectativas optimistas. Pero  según la economista, «la línea directiva de todas estas medidas es la misma de siempre». Lo que ha ocurrido  en esta ocasión es que los negociadores  -Gobierno. Patronal y Sindicatos – no han  tenido rubor al exhibir «algunos “caramelos” , como los que se dan a los niños para engañarles y que acepten cualquier cosa . No sé si, en parte, lo han hecho para que lo acepten los sindicatos,  y lo aprueben. Creo que los sindicatos están jugando un papel muy, muy, muy peligroso».

Tal peligrosidad estriba, según Etxezarreta, en que los sindicatos«van a  aceptar algo que no supone prácticamente ninguna ventaja. Sin embargo, van a firmar elementos que suponen graves desventajas para los pensionistas». «Por ejemplo, el aumento de la edad de jubilación. Ahora lo están vendiendo como «voluntario». Pero ¿será realmente voluntario? Van a ofrecer un bono a los que sigan trabajando. A mi me parece que eso es gravísimo, porque va a suponer la división del movimiento. Puede haber pensionistas que necesiten o quieran seguir trabajando, y otros que no. Entonces, la reivindicación muy importante, que ha sido siempre la de mantener la edad de jubilación. Esta queda destruida. Ese sería un punto que me parece muy serio».

Miren Etxezarreta parece estar convencida, además, de que ello que supondrá un duro deterioro para las jubilaciones anticipadas:

«Muchísima gente se hubiera quedado en la calle, sino hubiera tenido una jubilación anticipada. La mayor parte de la gente que opta por una jubilación anticipada es porque le cierran la empresa donde trabaja, les echan o por un convenio quedan de acuerdo con esas jubilaciones. Ahora resulta que va a ser mucho más duro para el pensionista. No  va a haber jubilación anticipada….

Esta mañana La Caixa ha anunciado que va a jubilar a la gente con 52 años. Supongo que durante unos años pagará La Caixa, pero, de todas formas no deja de ser una jubilación anticipada, que va a suponer probablemente, unas pensiones de jubilación peores al cabo de unos años. ¿Para quién? Para los pensionistas, no para La Caixa».

Pero la repercusiones que tendrá el acuerdo entre el Ejecutivo de la Coalición los Sindicatos irá aún más lejos con la elevación de hasta 35 años  del periodo de cálculo de las pensiones.

«Eso es lo que esperan abordar en la segunda parte. En la primera,  harán todo lo que hemos comentado, lo que firmaron el 1 de julio. Y se espera que en el año 2022 se  haga todo lo demás. Entre ello estará lo del paso de 25 a 35 años el periodo para calcular las pensiones. Es decir, son vueltas de tuerca para que cada vez las pensiones públicas sean menores… La   realidad es que la subida del IPC en una pensión de 600 euros o por debajo del SMI, no mejoraría las cuentas de los pensionistas, porque es muy baja».

En opinión de esta acreditada economista, el objetivo de esta operación tuvo sus inicios hace hace ya algunas décadas: «El objetivo fundamental de toda esta operación, que empezó en 1973, en Chile, con el dictador Pinochet. La operación consiste en ir disminuyendo las pensiones públicas hasta que todos aquellos trabajadores que tengan un poquito de dinero entren en una pensión privada. El objetivo final es potenciar las pensiones privadas, que es lo que le interesa al capital financiero global. Ese es el contexto  fundamental de todas las «crisis de las pensiones» .

A la pregunta sobre cuál es la razón por la que tanto el  Ejecutivo «progresista» como la Patronal y los Sindicatos, han escogido el «modelo» establecido en Euskadi Etxezarreta puntualiza: «Están encantados con el «modelo de Euskadi». Está marcando el modelo que quieren aplicar. Ese es el modelo. Es decir, que todos los trabajadores, una parte de dinero de la empresa, que ya se compensará con la subida salario menor, y otra parte, con el salario de los propios trabajadores, que hagan pensiones privadas. Hay una pregunta resulta evidente.. Si eso lo  hacen con las pensiones privadas, ¿por qué no han hecho eso mismo con las pensiones públicasEs decir, ¿porqué ese dinero tiene que estar gestionado por los entes privados, los bancos privados y las compañías de seguro, en lugar de haber hecho lo mismo gestionado por el sector público? Porque después de todas las crisis que hemos pasado, no podrán decir que el sector público es menos eficiente que el sector privado«.

Según la economista se trata de un  modelo íntegramente neoliberal y absolutamente privatizado. Está convencida  de que la responsabilidad  que contraen los Sindicatos si aceptan esa fórmula es tremenda…  «Lo digo abiertamente: que son cómplices de la privatización de las pensiones. No tengo ningún escrúpulo en decir lo que es verdad.

Y es que, en opinión de Miren, «El sistema privado es un desastre. Los capitales del sistema privado en la Bolsaes lo más arriesgado que hay, sobre todo, para la gente modesta. La gente que tiene un fondo de pensiones privado desde hace diez años, cada año vale menos el capital , además de ser enormemente arriesgado. La gente que tiene un fondo de pensiones privado cada día vale menos su pensión.  Anualmente los bancos cobran el 1,5% de comisión por manejar tu dinero. Con ese 1,5% de comisión, necesitarías por lo menos 30 años para una pensión.

Frente a este obscuro panorama, ¿cuál es la alternativa? «La lucha social, la reivindicación, no hay otra.  Tal y como se encuentran actualmente los Partidos políticos, no hay ninguno de ellos que  disponga del programa y la fuerza suficiente para decir que ahora vamos a hacer tal cosa. Fijémonos que  en los impuestos a las multinacionales, están los propios Gobiernos que  dicen  lo que hay que hacer. Son los gobiernos de los países más ricos del mundo, pero no la reivindicación popular».

Fuente: Canarias Semanal